viernes, 11 de agosto de 2017

Cuando la Logoterapia ayuda a encontrar Sentido...

Después de pasar  12 días en una cama de UCI, la mañana del 11 de Agosto del 2016, nos llaman para decirnos que el corazoncito de nuestro pequeño de 2 años y 4 meses estaba por detenerse, y así fue; a las 9:40 am nuestro Angelito Hermoso abrió sus alas y voló. Yo no lo podía creer, era una sensación que jamás  podré explicar, yo no lloraba, sólo quise abrazarlo y besarlo, y me acosté con él, allí en esa cama fría de ese horrible hospital. Fue allí en ese momento donde empecé a conocerme a mí misma y a conocer el Poder de Dios y el de la FE. Y digo esto porque yo no era capaz de soportar ni siquiera la posibilidad  de perder a un ser querido,  para mí eso era intolerable;  nada más de pensarlo me venía en llanto y verme así, allí con esa fuerza y esa valentía afrontando ese momento,  eso solo podía ser obra de Dios.
     Siempre había pensado que era una chica con suerte, porque todo lo que me sucedía en la vida me salía bien! hasta ese día, donde sentí que Dios me había abandonado y en mi mente me decía “siempre fuiste una mujer de suerte, todo te salía bien, siempre salías con éxito de los problemas y MIRA!!!... Pero saben qué?, hoy pienso que a pesar de la desdicha de haber perdido a mi primer hijo sigo siendo una mujer y una mamá muy AFORTUNADA, primero porque Dios me bendijo con un Ángel que tuve en mi vientre, al cual conocí y AMÉ con locura por 18 meses, y segundo porque me regaló unos Mellizos; para que mis manos no quedaran vacías y fueran ellos mi refugio y mis ganas de vivir y a pesar que un hijo jamás suple a otro, en cierta forma ayuda a llenar ese vacío que deja la ausencia física del ser amado. Hoy por hoy al pasar los días y con la ayuda de un buen amigo que encontré en mi caminar en la Fe,  empecé a darle sentido a mi duelo (los para qué?) y así he ido aprendiendo a RESPONDERLE A LA VIDA  y no a preguntar POR QUÉ?; mentiría si les digo que no lo hice, de extraterrestres sería no hacerlo, pero entendí que así jamás iba a tener una respuesta y poco a poco, aunque sigo montada en una montaña Rusa, voy encontrándole sentido a mi vida, escuchando, leyendo y practicando frases, tips, historias de Logoterapia y por supuesto en la fuerza que Dios me regala cada día.
     Es por eso que quiero decirles hoy a un año de empezar a vivir esta nueva vida, que por terrible que parezca una situación depende solo de nosotros elegir si enfrentarla, engancharnos en ella o superarla y seguir aprendiendo a vivir con SENTIDO…

Heidy Carolina Home Naranjo

martes, 8 de agosto de 2017

¿CUÁL ES TU FUERZA?

En estos días tan duros que se viven en nuestro país ¿qué debe prevalecer? Quizá algunos piensen que el optimismo está devaluado y opten por la resignación a la que también llaman conformismo, otros sienten que seguir luchando desde su trinchera es la mejor de las opciones, una parte afirma convencida que su centro son sus metas personales pues esta onda patriótica no es lo suyo.

Ahora bien intentar encontrar un enlace entre tantos puntos de vista puede resultar una tarea difícil pero si vamos a lo práctico existe algo en común en esta realidad y eso indiscutiblemente nos une, todos somos Venezolanos y como tal nos debe interesar todo lo que ocurre en esta tierra, nuestra tierra.

Esta reflexión no va dirigida a un grupo específico sino a una especie de filosofía circunstancial que surgió estos últimos días en la que prevalece “la indiferencia” de la cual muchos hablan y causa preocupación, es cierto que todos los seres humanos tenemos fortalezas individuales que nos hacen únicos, sentimos, actuamos y anhelamos a nuestra modo, pero existen excepciones que hacen cuestionar algunas cosas.

Históricamente estamos en un punto crucial en el que nuestro país y nuestros hermanos necesitan de todo el apoyo posible porque vivimos en un mismo hogar y si algo falla nos afecta a todos, no hay lugar para el individualismo, por muy duro que esto parezca debemos procurar que el bien sea colectivo, somos seres sociales y no se permite la frase “si yo estoy bien los demás no importan”.

Evocando de manera sutil la búsqueda de sentido que extraordinariamente nos enseñó Viktor Frankl es nuestra dimensión espiritual la encargada de salir a flote y ser protagonista en estos tiempos difíciles, es la más fuerte de todas y sin embargo muchos desconocen su verdadero significado, y centran sus esfuerzos en dar paso a la adaptación y a la contemplación impasible de lo injusto.

Me niego a que lleguemos al punto crítico de la apatía y que el término impertérrito se vuelva común, se instale y se fije no solo en las acciones sino en los corazones de tanta gente buena que decide cerrar los ojos o mirar a la nada ante el abuso inhumano y vil del que otros son víctimas mientras luchan por recuperar lo que sienten les fue arrebatado de sus vidas... y ese algo, es todo, es mucho, es nuestro, es Venezuela.

Estas líneas no buscan aludir a nadie solo esperan acciones que incluyan un todo, en el que se tenga conciencia del aquí y del ahora, del estar presente en este proceso por el que atravesamos y del que saldremos victoriosos si somos capaces de reconocer lo que ocurre a nuestro alrededor y entender que lo que le duele a muchos parafraseando nuevamente a Frankl no es el dolor físico sino la humillación que provoca la injusticia... y ese sentir no es exclusivo de algunos, es colectivo, porque desde cualquiera que sea la ideología a la que se es fiel, en esta realidad todos salimos perjudicados pero tenemos la fuerza y el poder suficiente para luchar, deshacernos de etiquetas y permitirnos una vida mejor, con el sentido que deseemos y no con lo que otros consideren que es lo que merecemos.

Pues esta pesadilla no puede ser el sueño asignado, debe ser la circunstancia que sirva como antesala al tan anhelado triunfo…Bien lo decía el Padre Pio: “Procura no inquietar tu alma ante el triste espectáculo de la injusticia humana. Sobre esta injusticia verás un día el triunfo definitivo de la justicia de Dios.


María F Montano R.
Lcda. En Enfermería UC
Estudiante de Psicología Clínica UAM.
Alumna del Instituto Venezolano de Logoterapia y Anális Existencial Viktor Frankl

Instagram: @mafermontano_r

domingo, 6 de agosto de 2017

EL SENTIDO DEL DERECHO. Los valores jurídicos como valores de Sentido.


En una aproximación  a lo que se  concibe como Sentido y Derecho, ambos términos comparten  la idea de lo recto, directo, dirección, entre otras. El Sentido (logos) desde el enfoque Frankliano, puede entenderse como significado, propósito, orientado a la vivencia de valores para descubrir y abrazar el Sentido de la Vida. Definir el Derecho,  no es tarea fácil ni para los más avezados juristas, como refiere Hart y en un ejercicio prerreflexivo, cita palabras de San Agustín, respecto a la noción de qué es el tiempo, señalando que, si nadie me pregunta qué es el tiempo lo sé, si deseo explicar a alguien que me lo pregunte, no sabría explicarlo[1], haciendo analogía con el concepto de Derecho.  
Ahora bien, bajo  la perspectiva fenomenológica existencial, Luypen  considera que el Derecho es el mínimo ético necesario para una vida social organizada, así como la justicia, es el mínimo de amor[2]. De otro lado, pudiera afirmarse, que lo jurídico es solamente un aspecto de lo social, que va a tener mayor o menor importancia, dependiendo de los casos, pero del que no podemos prescindir si queremos entender algo del mundo que nos rodea[3].
La Filosofía Jurídica, nos ofrece un interesante aporte para adentrarnos a la comprensión del Derecho como fenómeno jurídico, social y valorativo, visto en su tridimensionalidad o en sus tres dimensiones: formal, social y  axiológica (normas-hechos- valores).  Los valores asociados al Derecho, como la justicia, la paz social, el orden en la convivencia, la seguridad jurídica, el bien común, requieren de la estructura institucional del Estado, para garantizarlos; sin dejar de lado, la relevancia que implica  la percepción  individual y social para la validez y legitimidad jurídica.

No obstante,  la realidad social demuestra que la existencia de multiplicidad de normas -reguladoras de la conducta humana- e  instituciones,  no siempre van a satisfacer  los más elementales derechos o pretensiones, ni a garantizar el acceso a la  justicia y a un justo proceso; provocando  impotencia, desánimo, indignación,  inseguridad; en fin, una  sensación de frustración o “vacío”  en los justiciables, que genera la falta de credibilidad en el ordenamiento jurídico y en los operadores del  sistema de justicia. Cabría preguntarse ¿Tiene Sentido el Derecho?  ¿Cuál es su Sentido?

Nuestras sociedades, se sumergen cada día más, en lo que el neuropsiquiatra Viktor Frankl definió como neurosis colectiva,  al referirse a uno de los síntomas sociales, producto de la falta de responsabilidad, el temor a la libertad y pérdida de las tradiciones, que  desvían al hombre de su misión de vida, lo cual hace que se sienta inmerso en un vacío o frustración existencial y  ante la falta de dirección (sentido) al no saber qué quiere y hacia dónde dirigirse, se convierte en presa fácil del fanatismo  -brazo comunicante del pensamiento colectivista- que lo conduce a hacer lo mismo que los demás (conformismo) o lo que otros quieren (totalitarismo) así como también, a asumir una actitud provisionalista, al vivir con inseguridad ante el mañana; o fatalista, al pensar que lo que haga la persona o el grupo es inútil, porque los acontecimientos ya están determinados[4].

El malestar o neurosis colectiva, puede devenir de igual modo, en un comportamiento social, de apatía, anarquía o anomia (carencia o degradación de normas) que dista del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia. Ihering, filósofo jurídico (S.XIX),  afirmaba que al pueblo que le falta la fuerza moral, la energía, la perseverancia, jamás el Derecho prosperará en él[5]. En este orden de ideas, el notable jurista y sociólogo, expresidente venezolano Rafael Caldera, bien señalaba que el Derecho de un pueblo, es el reflejo de su conciencia moral, y la ética, el manantial de la vida jurídica, influyendo aquel en la moralidad social[6].

Hoy nos lleva a la reflexión, si esa vaciedad o falta de voluntad de sentido, que restringe la fuerza motivante que brota de nuestra dimensión espiritual, impidiendo el despliegue a plenitud de los recursos internos o noéticos, obedece a que nuestros vínculos humanos sean más frágiles y efímeros[7] en una época de incertidumbre o de tiempos líquidos[8], en la cual, en vez de hablarse de relaciones se prefiere hablar de “conexiones” y que a pesar de la “interconexión” a nivel global mediante el uso de tecnología, paradójicamente nos aísla o “des-conecta”. Un “mundo líquido” en el que el individualismo, la indiferencia hacia lo que le sucede  al otro, nos lleva a un sinsentido, al no vivir desde los valores, definidos por Frankl como “Sentidos universales que se cristalizan en situaciones típicas que una sociedad o, aún, la humanidad debe enfrentar” [9] y que  puede vincularse con lo que él aludía como la época  en la que se vive “a toda prisa” y en la cual se han perdido las tradiciones,  que son las que nos dan identidad, coherencia y arraigo como grupo social.

La invitación es a reencontrar el Sentido y valor del Derecho como fenómeno jurídico y social.  A comprender que como sujetos de derechos y obligaciones, tenemos la libertad de elegir y valorar nuestras acciones u omisiones, siendo responsables y corresponsables de éstas, en lo personal y ante la sociedad; centrándonos en lo que queremos y hacia dónde dirigirnos, mediante la vivencia de valores jurídicos, que a su vez conforman los valores democráticos, en los que se fundamenta el Estado de Derecho.

Aquí, de nuevo cobra vigencia el pensamiento frankliano,  en cuanto a la libertad de elección que posee el hombre, de hacerse cargo de sus decisiones con responsabilidad, a través de la vivencia de valores para encontrar sentido a su existencia; siendo que, mientras más responsable es, estará más inmunizado contra el vacío existencial y su consciencia estará despierta, valga decir, capacitada para la resistencia de su espíritu a plegarse al conformismo, o a doblegarse ante regímenes totalitarios[10],  cuya dominación  se orienta a la abolición de la libertad e incluso, a la eliminación de la espontaneidad humana en general[11].  De modo que, cuando la libertad es temida y la responsabilidad evitada, se manifiesta una actitud de dependencia, que hace que el individuo abandone su libertad y decline su responsabilidad en otro u otros[12].

Es por ello, que en el orden jurídico y social, tiene significancia el Sentido del Derecho y su estructura ontológica, como consideración y respeto universal al otro. Si vivimos desde el Ser,  plenificamos nuestra consciencia -órgano del sentido- activando valores espirituales o religiosos y valores éticos como la justicia, humildad, honestidad, confianza, compromiso, empatía, solidaridad y de resiliencia para afrontar las adversidades con dignidad y coraje, aprender de ellas y salir fortalecidos; aunado a que -como refiere Frankl- el hombre en su búsqueda de sentido, necesita de cierto grado de tensión espiritual  noodinamia, que  representa, por un lado,  el sentido a consumar y por el otro, el deber de cumplirlo, por medio de la tríada de valores (creativos, experienciales y de actitud) toda vez que “El hombre puede cambiarse a sí mismo, de lo contrario no sería hombre” [13].

Asimismo, debemos vivir más desde el Ser que del tener. El querer tener puede esconder el deseo desmedido de poder, en diversos ámbitos, el poder político, económico, social. Hoy, el querer poseer riqueza de manera desmesurada y fácil,  ha traído elevados índices de criminalidad y corroído organizaciones tanto públicas como privadas. En la esfera pública,  el flagelo de la corrupción, tristemente ha alcanzado a personas en instituciones de diferentes latitudes, motivo de pugna entre los actores sociales y factor de destrucción institucional y económica de un país.

Ese accionar libremente desde el Ser -la voluntad de sentido- también redunda, en un bien hacer y más aún, un bien obrar, como estilo y filosofía de vida, que se traduce en una sociedad en la que se protegen y garantizan los derechos y especialmente los derechos humanos, mediante el ordenamiento jurídico, sustentado en la legalidad, legitimidad  y en la aplicabilidad de normas claras para la convivencia social y la seguridad jurídica, que cuente con la probidad de  los operadores del  sistema de justicia.

El orden en la convivencia, pasa por una relación vincular afectiva, la cual implica reconocernos, a pesar de nuestras diferencias y  potenciando nuestras coincidencias, para  construir espacios de encuentro, que conlleven al entendimiento y por ende, a una sociedad, más justa y humanizada; de  igualdad de oportunidades, orientada hacia la participación y el trabajo en equipo; así como también, a comunicarnos asertivamente, en un clima de respeto y tolerancia,  mediante la valoración del discurso (logos) y la argumentación, como mecanismo para la transformación social y jurídica.

Ello, al propio tiempo, nos hace trascender como persona -unidad en la diversidad-  como  Ser Humano definido por su espiritualidad, que para Frankl, lo dirige hacia alguien o hacia algo distinto de él, que lo hace salir de su egoísmo y lo conduce al encuentro auténtico con el otro. Un sentido de trascendencia, que lo proyecta más allá del presente en la construcción del futuro.

Desde esta perspectiva existencialista, ese “darnos cuenta de lo que acontece  y el para qué de lo que estamos viviendo, se propicia un cambio de actitud significativo, para  alcanzar la tan anhelada paz social, a través de la vivencia de los valores como la sana convivencia, el bien común, la equidad, la seguridad jurídica y la Justicia como valor fundamental y  Sentido del Derecho.

MSc. Mariela Yánez Díaz
Directora del Instituto Venezolano de Logoterapia y Análisis Existencial “Viktor Frankl”






[1]Hart, H. (1998) El Concepto de Derecho. Buenos Aires: Abeledo-Perrot S.A.
[2]Luypen, W. (1967) Fenomenología de la Existencia. Buenos Aires: Editorial Lohlé.
[3]Atienza, M. (2012) El sentido del Derecho.  Barcelona: Editorial Ariel.
[4]Frankl, V. (2001) El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Editorial Herder.
[5]Von Ihering, R. (2005) El Espíritu del Derecho Romano. Buenos Aires: Editorial Marcial Pons.
[6]Caldera, R. (1973) Temas de Sociología Venezolana. Editorial. Caracas: Tiempo Nuevo.
[7]Bauman, Z. (2005) Amor líquido. Acerca de la Fragilidad de los vínculos humanos. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
[8]Bauman, Z. (2008) Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre. D.F. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
[9]Frankl, V. (1990) Logoterapia y Análisis Existencial. Barcelona: Editorial Herder.
[10]Frankl, V. (1980). Ante el Vacío Existencial. Hacia una humanización de la psicoterapia. Barcelona: Editorial Herder.
[11]Arendt, H. (2004) Los orígenes del totalitarismo. Bogotá: Taurus.
[12]García, C. (2006) Cita a ciegas. Sobre la imprevisibilidad de la vida. Buenos Aires: San Pablo.
[13]Frankl, V. (1994). La voluntad de sentido. Barcelona: Editorial Herder.

sábado, 5 de agosto de 2017

CARTA ABIERTA A UN PADRE INQUIETO...

Queridos Padre:

Comparto estas reflexiones, porque siento la necesidad de apoyarte en tu caminar sobre todo en este momento en el cual el contexto país puede propiciar tanta angustia y desesperanza  en tan significativa labor de ser compañero y guía de tus hijos.

Una de las consecuencias de lo que estamos viviendo es que la dinámica nos obliga a pensar en exceso en comida, en salud, en seguridad, realidades que no son superfluas, e incluso pienso que son de las más importantes que hay para mantenernos, ya que simplemente no somos ángeles! sino seres humanos con estas necesidades.

Pero me surge una pregunta interesante: ¿sólo tengo que ocuparme de estos aspectos en la vida  de mis hijos?. Una de las cosas que hemos aprendido es que tenemos que reinventarnos, emprender y prácticamente convertirnos en luchadores del día a día para poder vivir en esta Venezuela, pero con claridad, pensar: “No solo de pan vive el hombre”.

Algo que me preocupa y ocupa,  es que podemos caer en la tentación de ver a  la Educación y al crecimiento personal de nuestros hijos  solamente como un gasto  y olvidar que si tenemos una mirada más amplia, se trata de una gran inversión.

Recientemente alguien me decía: “Manuel, un taller de crecimiento personal para mi hijo en el colegio me cuesta tantos bolívares y me parece muy costoso”. En un primer momento escuché detenidamente sus argumentos y sólo se me ocurrió hacer varias preguntas: ¿Cuánto cuesta una consulta o los honorarios de un abogado, un psicólogo o un tratamiento para la depresión o desintoxicación de sustancias, o una botella de refresco de 2 litros?

Es indudable que el invertir en estas actividades puede ayudar a prevenir muchas situaciones difíciles, como también lo es señalar que la prevención nunca será un gasto sino siempre una inversión.

Hoy no podemos olvidar que el crecimiento de nuestros hijos tiene que ser integral, donde prevalezca un equilibrio bio-psico-social-espiritual y así coadyuvar con el proceso educativo en  formar seres humanos íntegros, saludables y es que salud no es solamente ausencia de enfermedades. Salud es capacidad de responder a todos los desafíos que la vida nos plantea y aquí la pregunta sería: ¿estoy preparando a mi hijo para que sea capaz de responder a todo lo que la vida le pregunte?

Es por eso que en estos momentos duros, muy duros para Venezuela no olvides invertir en la educación y crecimiento personal de tu hijo, a lo mejor no verás los frutos de inmediato, pero lo que hoy con sacrificio siembres mañana podrás cosechar entre alegría y júbilo. 

Comparto contigo tus inquietudes, tus miedos, pero también tus esperanzas y  quiero expresarte estas palabras de un maestro llamado Viktor Frankl fundador de la Logoterapia que decía: “la última de las libertades que nadie ni nada nos puede quitar es la libertad de decidir qué actitud tomo ante cualquier situación por más dolorosa y difícil que sea”.   Yo soy de aquellos que piensa y trabaja por esta gran verdad: el futuro de nuestro país está en la educación…

Gracias por leerme.
Lic. Manuel Alejandro García Álvarez 
Presidente del Instituto Venezolano de Logoterapia y Análisis Existencial Viktor Frankl
CEO y Fundador de Plenus Consultores


jueves, 3 de agosto de 2017

DE LA LÁSTIMA A LA ACCIÓN...

Estaba vía a mi casa y me encontré con esta realidad que realmente nubló mi capacidad de orientación e incluso cuestionó si de verdad quería ir a ella o huir acelerando el motor de mi carro o  el de mi existencia.
En los primeros metros surgieron del pavimento de mi mente preguntas que se pueden resumir en aquella típica que todos nos hacemos: por qué? 

El problema está que las respuestas a ella no me generaban ninguna certeza, incluso aumentaba mi frustración y angustia. 

Si decía que es culpa de Dios me daban ganas de ser el mejor ateo del mundo, si la culpa era del socialismo del siglo XXI entonces sería un capitalista empedernido y si es culpa del capital entonces hasta guerrillero me volvería pero como no soy ateo,socialista, empresario y menos guerrillero la paradoja es grande y angustiante.


Recordando al maestro de la logoterapia Viktor Frankl me vino a la mente algo que acostumbraba a decir: "a la vida no se le pregunta, se le responde"

Y es que en ese momento la vida me estaba preguntando: para qué viste eso? Para huir? Para buscar culpables? Para sentir lástima?

Ya no aceleraba el motor de mi carro ni de mi existencia ahora era el momento de frenar y responderlas...


Las respuestas sólo son mías pero las acciones que vienen de ellas son para aquellos que estaban buscando comida e ilusiones. Razón tenía Frankl cuando enseñaba que el Sentido se encuentra por medio de la vivencia de los valores y si uno practica el bien termina siendo bueno.

Nietzsche escribió una vez "quien tiene un para qué puede conseguir casi cualquier cómo" creo que es el momento de cambiar de pregunta, para luego cambiar de actitud y así emprender una verdadera Rebelión, La Rebelión contra el hambre y la pobreza física y moral...

Lic. Manuel Alejandro García Álvarez 
Presidente del Instituto Venezolano de Logoterapia y Análisis Existencial Viktor Frankl

miércoles, 2 de agosto de 2017

LA ESPERANZA NO DEFRAUDA...

Ante esta situación que estamos viviendo, surge en nosotros interrogantes de toda índole pero hay un palabra, una idea que tiene que  permear toda nuestra existencia.




Leyendo un excelente libro del Dr. Claudio García Pinto pude revisar en mi vida el alcance de esta realidad que llamamos Esperanza.

La esperanza pudiéramos decir es ante todo REBELDÍA, es un espíritu ante lo aparentemente inmutable, aquello que pensamos que no podemos cambiar, es un impulso que nos lleva a vencer aquellos callejones sin salida que las vida nos pone.

La Esperanza es una condición propia de los seres humanos, ya que somos los únicos que podemos captar lo que es valioso, captar el bien y el mal, es por eso que los animales no pueden tener Esperanza. Pienso que una ideología, un gobierno, una empresa o una persona que busca hacer perderla, a la final lo que pretende es deshumanizar, convertirnos en animales.

Pero la Esperanza no podemos confundirla con otras realidades, que si bien son buenas, no las define. Me refiero al deseo, el optimismo, la expectativa, la ilusión y la utopía. La esperanza no puede partir de una carencia ni tampoco puede ser una especie de huida, sino es una actitud donde se da un verdadero fortalecimiento del yo, es un "sí a la vida a pesar de todo..."

Hoy se nos llama a decidir sobre dos realidades: El Espanto y la Esperanza. Espanto viene del latín Espaventare que hace referencia a un temor que nos hace salir corriendo, por su parte Esperanza deriva del latín sperare, esperar. Es lo opuesto de salir corriendo. Creo que en estos  días debemos prepararnos para tomar postura ante  todas las posibilidades que se nos presentarán. Esperar de una manera activa, afinando nuestra conciencia para poder captar lo valioso detrás  de cada acontecimiento, cada persona que se cruza en nuestro camino. Es dejar de preguntarse por qué y más bien hacer una parada para poder responder con nuestra vida, a otra interrogante que deja siempre abierta las puertas a la esperanza: ¿para qué vivo esto?

Por eso creo firmemente que este tiempo tiene que estar cargado de esperanza, invito a que no dejemos la batuta en manos de otro director, ni que pongamos la carga en otro distinto a mí, más bien es un llamado a responsabilizarme de mi presente, nunca olvidando lo valioso que todavía no poseo. Es ver más allá, y dejarme impactar por la belleza de algo que todavía no conozco, ¿ LA LIBERTAD?

En la medida en que convierta la Esperanza en una actitud de vida, nada ni nadie me la podrá quitar y por consiguiente nunca podrán reducirme a la masa, a mis instintos, a ser un simple engranaje de una máquina que no es mía.
Logrando que esa Esperanza se convierta en nuestra bandera que nos de identidad y paz en la tormenta,  podremos empezar una verdadera Rebelión.

Lic. Manuel Alejandro García Álvarez
Presidente del Instituto Venezolano de Logoterapia y Análisis Existencial Viktor Frankl.


martes, 1 de agosto de 2017

UNA PROPUESTA DECENTE PARA UN TIEMPO INDECENTE...



 Voy a contarles mi experiencia de encuentro con alguien que me ha dado mucho que pensar.


Siento la intención de escribir un ensayo sobre la vida de este personaje pero a la final gana la convicción que sólo quiero invitar o crear la inquietud de que investigues por tus propios medios sobre este judío (paisano de Jesús de Nazareth) siquiatra de profesión llamado Viktor Frankl.

Él planteó la posibilidad de sanar a través del encuentro con el Sentido. Sentido entendido como dirección,ruta,capacidad de encontrar lo valioso detrás de cada acontecimiento y persona, haciendo que actuemos con decisión de acuerdo a lo elegido.

Cómo lo hizo? una vez escuché que este mundo no necesita tantos maestros sino testigos y es Él precisamente un testigo válido de "quien tiene un para qué vivir se puede encontrar muchos Cómo vivir en este mundo".

Su teoría de sanar por medio del sentido la validó con su propia vida en cuatro campos de concentración nazis. 

Se dió cuenta que las personas que tenían algo o alguien para qué vivir podían luchar con más fuerzas que aquellas que no lo tenían.  Una de sus primeras impresiones fue constatar que muchos se suicidaban agarrando las alambradas eléctricas  acabando de esa manera  con sus existencias vacías o despojadas.

En ese momento resonó una frase que sería el mantra o la oración perfecta: Sí a la vida a pesar de todo!

Todos nosotros tenemos nuestros propios campos de concentración, a veces con cercado eléctrico con doble función, no permitirnos escapar o no dejar que otros vengan en nuestra ayuda, por lo cual hoy se hace patente más que nunca esa misma expresión: Sí a la vida a pesar de todo...

Cuáles son nuestros campos de concentración? Cuáles son nuestros cercados eléctricos?  pudiera escribir muchos pero la respuesta para que sea sanadora tiene que ser personal. Te invito a que hagas una parada en el camino de tu diario vivir y contestes.

Cómo puedes emprender ese camino?. Los valores pero no son los valores en sí mismos quienes dan sentido sino por la vivencia de los mismos. Un ejemplo: el amor siempre estará, es inmutable pero se necesitan personas amorosas,  la justicia nunca morirá pero tiene que haber personas justas.  Quieres transitar este camino? vive los valores.

Puede surgir otra pregunta: Cómo vivo esos valores?  Viktor Frankl plantea un método bien interesante que se llama análisis existencial y logoterapia como su aplicación práctica, pronto seguiremos escribiendo para que poco a poco vayas encontrado herramientas para el encuentro del sentido.

Tarea: busca quién era Viktor frankl y ya estarás caminando la ruta al sentido...

Lic. Manuel Alejandro García Álvarez
Presidente del Instituto Venezolano de Logoterapia y Análisis Existencia Viktor Frankl.

La logoterapia en mi cotidianidad

     La primera vez que escuché hablar de Logoterapia, fue en mi segundo año de residencia en el postgrado de psiquiatría, estudios ...